5 de abril de 2011

NOCTURNO

     Escucho el 'nocturno' de Chopin y me dejo llevar por las cuerdas del piano. Hoy, tanto si me lo creo como si no, he llegado a la conclusión de que debo alejarme de ti. No eres para mí. Nunca lo fuiste. No lo serás. No debes serlo, porque no me hace bien. Pierdo la batalla, y la guerra. Estoy desarmada, mis murallas están agrietadas y ya no me quedan mercenarios que luchen por mí al mejor precio. Ya no me quedan mentiras. Sólo días de espera y ausencias vacías. Te escapas de mi fortaleza, pero es que nunca has estado aquí. Rezaré por que tu viaje pase por caminos llanos, sin pedregales que retrasen tu carruaje.
     Me quedo con todo lo bueno, y con lo malo, y con lo de más allá. Me quedo con el día en que te conocí, con tus risas, con tus comentarios subidos de tono, con tu hombro amigo y con tus manos. Me quedo con todo lo bueno que me has dado y me has de dar, porque lo quiera o no, siempre estarás en mi vida. Me quedo con tus prisas, con idas y venidas. Con la generosidad que siempre mostraste antes de que nadie te la pidiera. Me quedo con tus rabietas y con tus lágrimas.
     Me guardaré todo el amor que no te he podido entregar. Me voy a guardar todos los besos que desembalé para ti, y me voy a guardar también, todos los abrazos. Me voy a guardar las miradas furtivas, las indiscretas y las descaradas; me voy a guardar tu imagen.
     Voy a tirar todos los 'te quiero' que tantas y tantas veces he podido gritarte a la cara, pero que nunca lo hice. Voy a tirar las mentiras que llevo en los bolsillos y que sacaba delante de ti.
     Voy a recoger mis lágrimas, porque mojan el teclado. Voy a mirarte y voy a sonreirte como siempre.
Me voy... Adios.
Chopin ha dejado de tocar.