26 de diciembre de 2011

Solo sé que no sé nada

     Ya sé que llevo más de un mes sin actualizar este sitio, pero lo cierto es que no tenía ni ganas ni nada que publicar. Bueno, eso no es cierto, yo siempre tengo algo que contar, bueno, malo, interesante o mediocre. Por ejemplo, unas conferencias a las que asistí a mediados de noviembre sobre arte hispanomusulmán, 711; el arte entre la hégira y el califato omeya de Al-Andalus; unas ponencias dignas de mención y que resultaron de lo más interesante, sobre todo a todos aquellos que nos pretendemos historiadores del arte medievalistas, y más aún, a los que nos gusta todo lo referente al arte andalusí. La ponencia estrella era la del profesor Isidro Bango Torviso, Historiador, Arqueólogo, Catedrático de Historia del Arte y docente de la Universidad Autónoma de Madrid. Sí, yo soy super hiper mega archi fan de este señor, cuyo cerebro deberían conservar en formol. Sus artículos sobre arquitectura románica, y concretamente sobre los edificios de peregrinación (vease los referentes a las famosas cinco, o sus teorías sobre la tribuna y su función, entre otros documentos), me abrieron los ojos hasta tal punto que el modo 'teorizar' se instaló en mi cabeza de la misma manera que se instala un programa de ordenador. Leer a Bango significa que hasta el final, no sabes lo que estás leyendo, porque puede salir por cualquier sitio, corroborando el estado de la cuestión, poniéndolo en duda o refutándolo con posible pruebas y teorías de lógica aplastante. Pero lo mejor, no es que quiera convencerte de que su idea es la correcta, sino que intenta convencerte de que no todo el monte es orégano y que o pasa nada si se duda sobre las teorías estandarizadas, porque a fin de cuentas, es así como se hace, se investiga y se escribe la historia del arte, y todas las historias. El profesor Bango, de nuevo lo había conseguido aquella mañana fría de jueves; la sala estaba a rebosar y no cabía nadie más; gente por el suelo, de pie, apoyada en la pared,..... era Bango Torviso, había que escucharlo. Y no defraudó. Otra vez, había hablado, y en la sala se oyó de nuevo un 'anda, pues es verdad',... Eso conseguía Bango, que cayeras en la cuenta.
Por otro lado, desde estas conferencias soy fan de un histoirador llamado González Ferrín y que sencillamente dio un vuelco a lo que se sabe sobre el 711 y la llegada de los islámicos. Solo puedo decir, que desde ese día, en realidad ya no sé quiénes vinieron, cuántos eran, cómo y de dónde.
Por la tarde las ponencias se pusieron de lo más interesante, y el gran debate, en el que no pude participar por falta de tiempo, fue el de arte-arqueología, arqueología-arte; la conclusión personal, es que no se puede separar, son como dos hermanas siamesas, que en el caso de la arquitectura están unidas por la cabeza; no hay separación quirúrgica posible.
Pero el tema estrella, parece ser que fue ubicar la cronología de un edificio emblemático y sobre el que se ha escrito ríos de tinta; Santa María de Melque. Tanta fue la espectación, que mi amiga propuso que fuéramos a visitarla, y así lo hicimos. No voy a entrar en el eterno debate, porque al final, es como preguntarse qué fue primero si el huevo o la gallina, sólo diré que a mí, personalmente, lo que me parece después de escuchar la ponencia del arqueólogo Caballero Zoreda, y haber ido a verla, e intentar identificar los elementos allí expuestos y poner en práctica o aprendido en la carrera, para mí este edificio, no es mozárabe, es visigodo, por muchos motivos que no voy a citar aquí para no aburrir al personal, y la ubico en el siglo VI, aproximadamente. Tenía que decirlo, es que no veais el debate que hay abierto sobre esto, pero bueno, es una humilde opinión de estudiante interesada.
También he de decir, que después de escuchar a don Isidro Bango, cada vez tengo menos claros los términos mozárabe, bizantinismo, visigótico, o emiral; vamos, que sólo sé que no sé nada. En cualquier caso, me encantó asistir a aquellas conferencias. Aprendí y pensé en tres días sobre arquitectura y arqueología, que en un año entero de carrera.
     Como veis, siempre hay que algo para actualizar el blog.

13 de noviembre de 2011

MICRORRELATOS

Aquellos tres,...

     La verdad, es que al principio me daba miedo. Pensaba que sería algo terrible, pero cuando ocurrió, sencillamente, ni me di cuenta. Al llegar me pareció, un lugar agradable, tranquilo, casi podía respirarse el más puro sosiego. Y entonces, allí estaban aquellos tres. Sentados en un banco, charlando y riendo. Por lo que pudo escuchar, recordaban momentos de su infancia, y de su vida de estudiantes. Uno de ellos, no hacía más que meterse con el que tenía a su derecha; le decía que dejase de meterse con él, que dijera lo que dijera, no lo iba a convencer. El de la izquierda, se reía y miraba al horizonte, con una mirada medio perdida, y hacía dibujos en medias cuartillas. Dibujos muy raros de seres imposibles en posiciones aún más imposibles, a los que adornaba con frases extrañas. El del centro, de vez en cuando miraba los dibujos y le hacia comentarios; este me gusta, este no, esto qué es, no lo entiendo,  parace tal cosa o tal otra,... El de la derecha hablaba de imágenes, de visiones raras, y de París. El del centro sin embargo, no hacía más que decirles, que eran un par de reritos, que si no fuera porque los conocía, pensaría que habían perdido el norte.
     Al cabo del rato, el del centro dijo que había llegado la hora, que fueran recogiendo. El de la izquierda guardó los dibujos en una carpeta y el de la derecha se atí los cordones de sus zapatos. El de la izquierda con la mirada tristona, le preguntó al del centro, si no iba con ellos, y este le respondió; 'sabes que no puedo',... Se pusieron de pie y se despidieron. Los dos hombres de la derecha y de la izquierda, comenzaron a caminar, y el del centro, se los quédó mirando, y entonces, reclamó su atención con un grito; ¡Eh!, y se giraron. 'Tranquilos, soñar será vuestro trabajo,... Salva,.... te estaré esperando, y tú Luis,..... sigo pensando que yo soy ese perro, digas lo que digas,...'
Y ambos, contestaron con un 'adios Fede, cuídate'.
     Me acerqué al tal Fede, y me dijo; ´sí, esto es el cielo, y sí, soy Lorca,...  y antes de que preguntes nada, sí,.... Eran Dalí y Buñuel...'
Pero ¿cómo es posible que hayan estado aquí?, ellos aún viven,... pregunté.
Entonces, Fede me miró y sonrió, y me dijo; 'anda ven conmigo, quiero presentarte a mi amigo Ignacio, es torero, sabes,...'

18 de octubre de 2011

Inesperadamente, nostalgia...

     De todas las penas de mi corazón, sé que el haberte perdido, es la más dolorosa. Nunca te he tenido y nunca te tendré porque no me corresponde. Sólo el recuerdo hermoso de una amor silenciado que jamás saldrá a la luz.
Te amé tan intensamente, como intenso es el azul del mar. Vertí lágrimas sinceras al sentir manos extrañas sobre tu rostro. Anhelé tus ojos sobre los míos, tu mano sobre mi mano y tus labios sobre mi boca. Te amé; tan en silencio y tan callada que se me salía el amor por los poros cansados de mi piel.
Escribir estas palabras supone un dolor mayor del que creo, puedo soportar. Pero, ¿Sabes?, el alma es más fuerte de lo que uno se imagina. Es como las hormigas, que soportan un peso diez veces superior al suyo. Pero lo cierto, es que no te tengo, y que debo salir adelante. Debo aprender a convivir con mi soledad, a pensar que mañana será otro día,... un día mejor.

14 de octubre de 2011

La caja de tu recuerdo

In memoriam M.A.L.
     El tiempo pasa muy deprisa, las despedidas son cortas y las ausencias largas. Podemos coger el tiempo y encerrarl en una esfera de cristal que suene al dar las horas en punto, y sin embargo es intangible. Podemos medirlo, darle una unidad de medida; en horas, minutos y segundos, en días, semanas, meses y años. Somos capaces de ajustar nuestra vida en función del tiempo, anotarlo en una agenda, y actuar en consecuencia. Podemos quejarnos de el; si nos hacen esperar, pasa lento, si vamos con prisa porque llegamos tarde, pasa rápidamente. Podemos calcular la velocidad y el espacio si tenemos el tiempo. Pero durante este año, me he dado cuenta, si cabe más que nunca, que el tiempo es relativo. San Agustín decía que si pensaba lo que era el tiempo, no sabía lo que era, pero que si no lo pensaba, lo tenía claro. El tiempo pasará tan rápido como queramos vivir nuestras vidas. El tiempo será lo que nosotros queramos que sea. Hoy, para mí, el tiempo es la caja de tu recuerdo. Y cuanto más tiempo pase, más te recordaremos, y más se llenará nuestra caja. La de los que fueron tus íntimos, tus conocidos, tu familia, o como yo, la de personas que apenas cruzaron un par de palabras contigo.
Hoy mi caja lleva el nombre de Marcos.

13 de octubre de 2011

"Susurros del alma"

1er. Premio del Concurso Literario del Inst. Las Rozas I, curso COU, 1998-99

     A las cinco de la tarde, suena ya el clarín de muerte. Entre tierra, sudor y polvo se descarga el polvorín. Quizá entre gritos, o en el más rotundo silencio y sin queja alguna, una bala perdida aunque dirigida, choca en un punto vital cortando todo pulso, suspiro y vida.
     A las cinco de la tarde, hora en que mueren los toros, hora en que suena el clarín de muerte para ellos, sobre papeles empañados de tinta, se derrama la sangre por motivo de una idea, un pensamiento, que a lo mejor, ni siquiera fue tal.
     En la llanura y en la vega, a las cinco de la tarde, suena ya el clarín de muerte; un hombre miedoso, con la mirada perdida en la nada, a la voz de, "carguen, apunten y fuego", cierra sus ojos fuertemente y cae, desplomándose como si de un pelele se tratara. Y los fusiles consiguen, entonces, el quinto de la tarde; se merecen una oreja, quizá las dos, puede que ambas y el rabo. Paseillo, vuelta al ruedo y saludo a la afición. Abandonan la arena entre aplausos y ovaciones en busca de otro coso en el que salir por la puerta grande.
     Sueños truncados, vejez no vivida, tertulias inacabadas, textos nunca escritos, publicaciones sin editar, y una vida sin vivir, quedan dentro de un cuerpo que yace en el suelo como el toro que crían desde chico para que vaya a morir a la plaza.
La Luna, Preciosa, la Monja, los caballistas, San Rafael, Santa Olalla y todos los demás, gritan silenciosamente, la corriente del río verde se para, y en casa de Bernarda se visten de luto. Nueva York queda al otro lado del charco, y en el Ateneo una silla libre.
     Quedaron cosas por hacer, palabras por escribir, y con Pedro, Jorge, Salva y Rafa entre otros, charlas sin comenzar y cafés sin endulzar. Porque hoy, a las cinco de la tarde, cuando suena ya el clarín de muerte, entre tierra, sudor y polvo, en la llanura y en la vega, muere Federico, muere, García Lorca.
                                                               15 de enero de 1999

8 de octubre de 2011

De la mano

     Ella miraba su móvil y sonreía, porque él le daba pequeñas caricias en la mano. Ella se sonrrojaba, él observaba su sonrisa. Entrelazan sus manos alrededor de uno de los asideros del metro, y yo los miro disimuladamente. Cruzan sus dedos para no caerse por el movimiento del tren. Se agarran fuertemente; sus nudillos se blanquean. ¿Se agarran el uno al otro porque es el otro su destino? ¿Cuál es el final de su trayecto?...
Se bajan dos paradas después,... de la mano.

29 de septiembre de 2011

Callado

     Me gusta el Prado callado, de mañana fresca y temprana. Me gusta observar a los turistas que no dejan de hacerse fotos bajo del pedestal de Goya, Velázquez o Murillo. Me gusta el olor a césped recién cortado y regado que rodea el recinto del museo, me gusta el mirto, y me gusta el mirto que trajeron desde la Toscana para los jardines del lado de los Jerónimos, pero me marea su intenso olor.
     Me gusta el Prado callado, apenas despertado por las cámaras de fotos y la guitarra española que entona el Tema de Aranjuez con los ojos aún hinchados de dormir.
Imágenes de mi adolescencia de COU recorren mi cabeza una y otra vez; aquella profesora que nos obligó a recorrer el Madrid de los Austrias y de los Borbones (teniéndolo que demostrar con fotos), y que era tan exigente; el Palacio Real, los jardines de Sabatini (que no son de Sabatini, jaja), el Palacio de Santa Cruz, la Plaza Mayor, la Casa de la Villa, la calle del Cordón, las fuentes de Ventura Rodríguez (Cibeles, Neptuno y Carlos V), Palacio de Villahermosa (hoy Museo Thyssen-Bornemisza), Palacio del Conde de Tepa (junto a la Plaza de Santa Ana), la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Casa de la Aduana, el triángulo de la ciencia (bautizado por mí así; Real Gabinete de Historia Natural, hoy Museo del Prado, el Real Jardín Botánico y el Observatorio), el Oratorio del Caballero de Gracia, Puerta de Toledo, Puerta de Alcalá,... y los restos de las murallas y del antiguo Alcázar. Todo un día para recorrerlo, hacernos las fotos y volver.
Y entonces me doy cuenta, de la vueltas que da la vida. Aquella profesora y aquel trabajo consiguieron lo que otros profesores no hicieron jamás; que observáramos, que aprendiéramos a mirar, que una ciudad sólo se conoces caminando por sus aceras y mirando sus edificios,...... Y que en el arte hay que salir a ver, salir a mirar, salir a explorar, ir más allá de la mera y teórica lectura que nos dan hecha de antemano, hay que salir a experimentar el 'lo entiendo, me gusta, no me gusta, es muy recargado, me encanta, es alucinante,...'
     Me gusta el Prado callado que me provoca nostalgia. Me gusta el Prado que evoca mis recuerdos con la fuerza del viento, intentando hacerme creer que fue ayer. Me gusta recordar.
     Me gusta el Prado callado con sus salas en silencio, interrumpido por el murmullo alto de niños de seis años, que levantan sus manos queriendo demostrar que se saben la lección. Me gusta el Prado callado del espectador que con paciencia observa un cuadro durante más tiempo del que pensaba, y con la misma paciencia recorre con sus ojos cada trozo de lienzo, cada esquina, cada firma, cada tono de color, cada sombra y cada luz. Me gustan los ojos sorprendidos y la boca entreabierta al descubrir lo sublime.
     Me gusta el Prado callado, ese al que tengo que hacer hablar, al que le tengo que preguntar, y del que espero todas las respuestas. Me gusta el Prado callado.
Me gusta el Prado. Me gusta.

23 de septiembre de 2011

"Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio"    Federico García Lorca

15 de septiembre de 2011

Entrevistadora: ¿Le gusta ser un genio?
Salvador Dalí: Sí, mucho,... Tanto, que tengo miedo de morirme por un exceso de satisfacción...

15 de agosto de 2011

EL RINCÓN DE LOS AEDOS

SILENCIO

Silencio,
que la noche viene
y mi alma llora.
Silencio,
que el día duerme
y tú te pierdes.
No habrá mañana
sin rocío,
ni lágrimas sin ti.
Ya no habrá
estrellas en mi cielo,
ni luz en mis ojos.
Espinas en mis manos
y dolor en mi pecho,...
Eso es lo que ha dejado
el silencio de tu noche
y el sueño de tu día.
Mi alma llora
y tú te pierdes.
          15 de enero de 2001

12 de agosto de 2011

EL RINCÓN DE LOS AEDOS

SI LA NOCHE NO VIENE,...

Si la noche no viene,
yo traeré a la noche.
Si la luna no llega,
yo haré que llegue la luna.

Si la noche y la luna
no te quieren,
yo haré que te quieran,
que te amen.

Si las estrellas no quieren verte,
yo haré que te vean.
Y si el rocío no quiere tocarte,
yo haré que lo haga .

Pero si Dios no consigue
que me ames,...
Entonces,...
¿Para qué hacer
que la noche y la luna te quieran,
que las estrellas te iluminen
y que le rocío te empape?
Si Dios, que lo puede todo,
no puede contigo,
entonces,
se acabó.
Me rindo a tu olvido.
           22 de noviembre de 2000

7 de agosto de 2011

MICRORRELATOS

Mentiras nacionales
     Quiso disfrutar de un permiso tranquilo; las maniobras en aquel terreno fangoso le habían cansado, y tras una ducha fría, solo quería dar una vuelta y marcharse pronto a dormir.
El luminoso de la entrada le hizo caer en la tentación de entrar. Solo tomaría una bebida fuerte, se relajaría y a la piltra. Entonces, bajó la iluminación de las luces del escenario y apareció una de las criaturas más hermosas que sus ojos habían visto. Una mujer con demasiada poca ropa comenzó a bailar de forma descarada. Ella le incitaba, lo provocaba, ledespertaba sus deseos más profundos. Salían a flote aquellos pensamientos que una vez quedaron en el olvido. Movía su cuerpo, gestivulaba conb sus manos, y su espalda sudaba. Levantaba con movimientos desiguales, el satén de su vestido. Nuestro soldado se despojó de su chaqueta, cargada de medallas, y de la corbata. Ella continuaba contoneándose; lo cogió de las manos y se las puso sobre sus caderas. En ese momento, entraron en el burdel otros dos uniformados y se sentaron cerca de donde él estaba. El vestido de la muchacha se encontraba, para entonces en el suelo, y ella sobre las rodillas de nuestro soldado. En uno de esos movimientos, la bailarina sacó de su liga una pequeña pistola y le disparó a quemarropa entre ceja y ceja. Todo quedó impregando de sangre y de trocitos de algo; los otros dos uniformados que acababan de entrar, pagaron a la muchacha con un fajo de billetes y se marcharon. Ella salió por la puerta de atrás, y nadie vio nada.
   "Estimados Señores Jefferson: Sentimos comunicarles que su hijo, Thomas, ha fallecido en acto de servicio, defendiendo a su país..."
Doce salvas, el himno nacional, entrega de bandera a los familiares, carpetazo y archivado en el olvido.
                                2 de septiembre de 1999

EL RINCÓN DE LOS AEDOS

REGÁLAME

Regálame los claros de luna
que habitan en tu pecho;
se refugian en tu alma
y no quieren salir.
Regálame esos besos olvidados
por los rincones de tu silencio,
ese silencio que me desgarra.
Regálame una de tus palabras
que mis ojos quieren escucharte,
mis manos verte
y mis oídos sentirte.
Quiero tenerte cerca,...
pero sólo un poquito.
Regálame el brillo de tu pelo,
que mi habitación
y mis sueños no tienen luz.
Regálame tu voz
que quiero escucharte decir
lo que nunca dirás.
Regálame esos claros de luna
que habitan en tu pecho,
porque quiero que se marche
esta molesta oscuridad.
                                         28 de noviembre de 2000

25 de julio de 2011

Tal día como hoy,... Un 25 de julio de 1979

     A veces me pregunto por qué me gusta tanto Galicia, por qué me pongo morriñosa cada vez que oigo hablar en gallego, veo una imagen de las rías o me hablan de Compostela. Siempre lo achaqué a mi ascendencia gallega por parte de madre (por esta rama todos son gallegos), además de haberme criado verano tras verano en el pueblo de mi abuela, La Rúa, en la provincia de Orense. Por otro lado, aprendí casi sin darme cuenta y sin estudiarla, una lengua que siempre me pareció algo así como cantarina; con un acento pegadizo, de vocales abiertas y sin tiempos compuestos, y que yo imitaba como si hubiera nacido allí (yo nací en Madrid), hasta tal punto que no parecía sino más gallega que mi abuela. Yo siempre, digo que el acento se me pega a partir de Ponferrada, antes no, y a la vuelta a Madrid, desaparece de mi boca con el mismo efecto de los petroglifos de los castros celtas; en silencio para más tarde con el tiempo, volver a ser recordada, como las cosas que han estado siempre ahí, y que sólo hay que fijarse. Que me haya matriculado en literatura gallega en la universidad, creo que también dice algo.
La cuestión es, adoro todo lo que hable de este lugar, o casi todo, por aquello de dejar un margen de error. Bebo del interior por mi abuela, y de la costa por mi madre; ella nació en San Miguel de Reinante, concello de Barreiros, provincia de Lugo. Algunos pensareis, y eso dónde está, pues bien, si digo que está cerca Ribadeo o Foz, y que la playa más famosa de la zona es la playa de las Catedrales, a lo mejor suena algo más,... Aunque tampoco tiene por qué. En cualquier caso, recomiendo su visita encarecidamente, por supuesto.
catedrales2 PLAYA DE LAS CATEDRALES (Lugo)


Visto esto, si encima añadimos mi amor por su gastronomía (empanada, queso de tetilla, lacón a la gallega, pulpo a feira, filloas (crepes), o sus vinos blancos como el albariño o el ribeiro), y además mi gusto por el románico, sabiendo que el románico perfecto tiene su mejor ejemplo en tres dimensiones con la Catedral de Santiago (y que conste que esto no lo digo yo, lo dicen los expertos), pues casi, casi, poco hace falta para intentar entender el por qué de mi adoración por este rincón de la península, llamado Gallaecia, donde la tierra llegaba a su fin (Finisterrae), y cuyas rías se dice que se formaron cuando Dios quiso descansar en la creación del mundo, y apoyó una de sus manos sobre la costa de Galicia, marcándola con sus dedos, permitiendo que parte del agua del mar, penetrara en la tierra.
     Pero la respuesta a mi curiosidad dio un vuelco, cuando escuché algo sobre mi origen. Resulta que nací en Madrid, pero me 'hicieron' en Galicia, en el pueblo costero del que es mi madre. Y por si esto no fuera razón suficiente, según mi madre y su memoria, fue un 25 de julio, día de Santiago Apóstol, patrón de Galicia y de España (aunque casi no se celebre como festivo,...). La verdad es que flipé un poco, pero me hizo mucha gracia.
Resulta que viajaron hasta allí, mi madre, mi padre, mis tíos, mis dos primas y mi hermano mayor; siete personas en un 124, con escala en casa de mi abuela. Ahí es nada. Y nada, mi padre y mi madre, se dedicaron a lo suyo, y nueve meses después, aparecía yo. Según mi madre no es cuestión de cálculos, es que fue ese día y punto,... por las circunstancias de aquel viaje, la regla y esas cosas,... jajajaa,...
Entonces, me replanteo la pregunta del principio, y la respuesta está clara; por muy metafórico que parezca, creo que Galicia corre por mis venas, su esencia y su cultura, de la misma manera o más que lo hace Madrid (como para no correr por mis venas,... si me sacan sangre seguro que los glóbulos rojos preguntarían '¿nos vamos?' y los blancos responderían '¿y luego?'....).
En fin, meniños, malo será, carallo, malo será,....

18 de julio de 2011

Perlitas dialécticas

     El otro día escuchando la televisión, concretamente el telediario, me di cuenta, por enésima vez, de lo mal que hablan algunos periodistas. Lo siento si alguien se da por aludido, pero las mejores 'perlas' de la expresión/gramaticales, salen de la boca de periodistas y políticos. Y es entonces, cuando me acuerdo de mis profesoras de lengua, que con sus defectos incluidos, supieron enseñarme, creo yo, el buen uso del lenguaje y la gramática española. Porque señores, el español es uno de los idiomas más ricos del planeta como para hablarlo mal o despreciarlo, y que conste que yo soy la primera que se pone un punto en la boca, porque mañana  puede ser yo la que suelte una perla de las gordas.
     Todo esta reflexión viene, como decía, debido a ciertas expresiones que oigo a menudo en los medios televisivos (debo puntualizar que en prensa escrita, son más cuidadosos). Aquí van algunas de ellas.
"en el accidente hubieron heridos de carácter leve"; esta oración, según la Real Academia de la Lengua, es impersonal, por lo tanto, por qué tenemos la manía de hacer concordar al verbo con un sujeto que no existe. Porque 'heridos' no es un sujeto. Y porque hay una norma universal en la gramáticas castellana que dice que el verbo haber es impersonal.
"se vende"; también es impersonal. Sabemos que se vende algo, pero no tenemos sujeto que realice la acción, por lo tanto, escuchar cosas como 'se venden casas', es del todo incorrecto.
En definitiva, si no recuerdo mal, algunos se hacen un lío con el complemento directo y lo confunden con el sujeto.
"las heridas eran incompatibles con la vida";........... no quiero parecer pedante, pero partimos de la premisa de que incluso un arañazo es incompatible con la vida, es decir, si no fuera así, el propio cuerpo no se molestaría en enviar a la herida una orda de glóbulos blancos y plaquetas para impedir una infección y cicatrizar la piel, casi sin dejar rastro. Quiero decir que es obvio que las heridas no son compatibles con nada, es una expresión que me parece ridícula.
"se creé que la causa de la muerte fue una parada cardiorespiratoria";......................... en fin. Creo que al final todo el mundo se muere de eso, no,.... Aunque para llegar a eso haya habido un balazo, una enfermedad, un accidente,... etc.
"la reunión está en el punto álgido"; esta es un clásico, que por más que corrigen, peor la usan. Resulta que la palabra álgido, significa 'frío', pero se usa erróneamente como sinónimo de situación candente. Sin embargo, cuando oigo en televisión, 'fulanita, cuéntanos cómo va la reunión para salir de la crisis', y fulanita contesta, 'buenas tardes desde el congreso, pues lo cierto es que estamos en el punto álgido de la reunión, y fluyen las propuestas,...', me doy cuenta de que nunca una expresión mal utilizada hizo tanto honor a la verdad; la solución para salir de la crisis está 'fría, congelada, helada',...
    Pero vamos, que yo no  voy a dar clases de lengua y gramática a nadie, que yo también dudo a veces de como se escriben algunas palabras, tengo mis lapsus y meto la pata. Por eso digo, señores, a leer, leer y leer, la única forma de mejorar nuestra expresión. Porque la logse hizo más daño de que pensábamos,.... Jajajaja

11 de julio de 2011

Del esperpento y el absurdo (sin Valle ni Mihura)


(.....)
-¿Y de cuándo dice que es?
-Del siglo XVII. A que es una joya,... Encuadernación en piel, imprenta de tipos móviles, cuatrocientos tres folios perfectamente cosidos,... Ah, y está íntegro, conserva hasta la dedicatoria a su muy gran altísima majestad Felipe IV.
-Pues sí, una joyita, la verdad, pero no es exactamente lo que estoy buscando. Verá usted, yo iba buscando libros de viajes, o en su defecto, que describan lugares, monumentos, cosas así.
-Pues precisamente ayer, recibí recién traída de la Biblioteca Nacional de Madrid esta  segunda edición de Viaje de España de Antonio Ponz. El último investigador que lo consultó se lo llevó sin darse cuenta traspapelado entre unos folios, en la bolsita transparente esa que le dan a uno cuando va allí. Su estado es inmejorable, a pesar de haber sido usado casi de continuo.
-Pues que interesante, apártemelo que me lo llevo. Pero me gustaría ver algo más.
-Por supuesto, caballero. A ver qué le parece esta cuarta edición del Decamerón; no tiene parangón amigo mío. Importada directamente de la Biblioteca Nacional de París.
-Otro investigador despistado, claro.
-No, un funcionario despedido a traición dos años antes de la jubilación. El último día dijo que volvía para robarlo, y el vigilante le dijo, que no podía, que eso era de mal gusto y daba mal ejemplo a las nuevas generaciones de funcionarios. Pero al final le dijo que no pasaba nada, que lo cogiera, que él se daba la vuelta mirando a otro sitio, y listo. Et voila! Aquí lo tenemos.
-Si es que ya no quedan vigilantes como los de antes. Una medalla le daba yo, es más la Legión de Honor. Qué orgullo para el cuerpo.
-Fíjese, que hasta él mismo, le limpió el polvo al ejemplar para que se lo llevara en las mejores condiciones. Todo un vigilante con mayúsculas.
-Pues la verdad, sólo por eso se merece estar en mi estantería; no creo que haya mejor homenaje al funcionario despedido improcedentemente, y al vigilante. Cuánta honra.
-Cuánta emoción me produce, se lo aparto con el Ponz.
-Andá, pero qué ven mis cataráticos ojos... No será,...
-Sí,..
-No,...
-Sí, como lo ve.
-No puede ser. ¿Sabe cuántas veces he consultado yo ese ejemplar en,...? Un momento,... ppppero, si es el auténtico...
-Auténtico, con los sellos, folios numerados, y las marcas que lo hacen único bajo la luz morada. Este sí que no tiene precio.
-Pero cuénteme cómo lo ha conseguido. Porque me imagino que le habrá costado una fortuna.
-Ninguna. Resulta que se dejaron abierta la vitrina donde estaba guardado, y un señor muy agradable pensó; qué mejor forma de hacer el camino de Santiago que con la primera y genuina guía del camino. Abrió la vitrina, lo cogió y se lo llevó.
-Pero le dirían algo al salir.
-Nada de nada. Cuando salió de la cámara le dijo al deán que si se lo prestaba para hacer el camino, porque a fin de cuentas, las guías que venden pueden ser muy caras. Claro, que si uno lo mira bien, el Calixtino no lleva los teléfonos de los albergues, pero bueno, por lo menos te cuenta de qué ríos son potables y cuales no, además de los que tienen buena pesca en su haber.
-Sí, la verdad es que no es tan buena guía como la pintan, además, ya me dirá usted señor mío, para qué quiere un peregrino conocer todos los milagros del Apóstol, o todas esas partituras, ni que se fuera a poner a cantar para subir al Cebreiro.
-Pues eso digo yo también, caballero. Pero ya ve.
-Entonces, se lo llevó para hacer el camino.
-Claro. Al final, el deán le dijo que lo cuidara que lo tratara bien, y que cuando acabara, al llegar a Santiago, después de recibir la Compostela, por supuesto, lo llevara de vuelta al archivo de la catedral. El señor agradable, hasta escribió una nota de agradecimiento para el cabildo, en la que hacía hincapié en las mil facilidades que ofrecía el archivo de la catedral compostelana para los investigadores/peregrinos. Y si lo piensa usted, pues es verdad, para qué nos vamos a engañar. En pocos sitios se lo facilitan a uno tanto.
-Imagínese usted señor mío, el vigilante de París trabajando en el archivo de la catedral de Santiago; insuperable. El mejor servicio que le podrían dar a uno. Si es que ya no hay funcionarios como los de antes, se lo digo yo. Verá usted, que yo quería llevarme 'El grito', ese cuadro de Munch que me pone los pelos como escarpias, y cómo creé que me tuve que llevar...
-No me diga, sorpréndame caballero.
-Por la ventana. Tuve que poner una escalera, subir, coger el cuadro y bajarlo. Estuve a punto de reclamar, porque sabrá usted señor mío que padezco de vértigos, por culpa de una dolencia cervical.
-Qué vergüenza, cuánta desfachatez. Lo mínimo habría sido poner una red o un colchón abajo, por si acaso. Oir estas cosas me indignan caballero, si es que como no cambie el sistema, no vamos a ninguna parte.
-Si usted supiera, señor mío. Pero volviendo al códice, si lo devolvió, cómo ha llegado hasta usted.
-Pues resulta que aquel señor tan amable, hizo el camino, con el códice tan codiciado,  pero se puso malo y tuvo que ganar el jubileo en Villafranca del Bierzo. Vamos, que palmó, y el códice no llegó a Santiago. Un joven muy majo, con carnet de alberguista, que venía caminando desde Somport, cogió el códice y se lo llevó en su mochila. Pero como era estudiante y trabajador a jornada completa para mantener a sus padres, hacía el camino sólo los fines de semana, y entre semana residía en Madrid. Al volver de su última etapa, fue cuando trajo el códice, y como no sabía que hacer con él, lo trajo a mi librería.
-Pero podía haberlo enviado por valija o por seur, a Santiago, no...
-Sí, caballero, quién se iba a hacer cargo de los costes, que 225 folios de pergamino pesan también lo suyo, y uno no sabe en qué condiciones puede llegar. Figúrese si se pierde y terminase en algún punto del camino portugués, o del camino inglés,... Sería un despropósito. Así que, aquí lo tengo.
-Pues sepa usted señor mío, que me lo llevo también. Algo así, no se puede dejar escapar.
-Le voy haciendo la cuenta caballero.
-Pero hágame algún descuento, que tengo la tarjeta tiritando.
-Descuide; vamos a ver, el Ponz, el Decamerón y el Calixtino,... suma un total de 2327 euros con 38 céntimos. Verá caballero, que se lo he cobrado muy por debajo de su valor. Mi abuelo, que en gloria esté, decía siempre que había que tratar bien a los buenos clientes. ¿Con tarjeta me dijo, verdad?
-Sí. Como verá no llevo tantísimo dinero encima. Y por favor, deme el ticket, que esto desgrava, y no está la economía para despilfarros.
-Y que lo diga amigo mío, y que lo diga. Jajajaja.
-Pues aquí tiene ¿Quiere que se lo ponga para regalo?
-Oh, no se moleste, si los voy a usar en cuanto llegue a casa, vamos, que me lo llevo casi puesto.
-Así que, para uso y disfrute personal,... Verá que no se arrepiente.
-¿Sería tan amable de avisarme si le llegara la Vulgata? Es que no hay forma de conseguirla.
-Sin problemas, se la voy a encargar. En cuanto esté aquí, le aviso.
-Pues muy amable, hasta otro día, que pase buena tarde.
-Adios caballero, que la pase bien.

20 de junio de 2011

Las Piedras

Cuentos de Dinamarca
     Pasaba por allí a menudo, y siempre la veía igual, caminando despacio al tiempo que sus manos tocaban las piedras. Una y otra vez. Lo repetía como un ritual. Una tarde, pasó con la bicicleta y se detuvo, sintió curiosidad.
-Perdona.
-Sí.
-Siempre que paso por aquí te veo ahí, en medio de las ruinas, tocándolas y caminando entre ellas.
-¿Te sorprende?
-Sí, buneo, no quería molestarte, cada uno es muy libre de gastar su tiempo como quiera...
-No, si no me molestas. Vengo siempre que puedo para escucharlas, es muy bonito cuando hablan.
-¿Hablan?.... Quienes.
-Quién va a ser, las piedras, por supuesto.
............
     Se quedó pasmada pensando que aquélla pobre estaba un poco ida. Se despidió de ella y se fue. Pasaron los días y allí estaba, con su tónica habitual; silencio entre las piedras, para poder oirlas.... Qué barbaridad. La gente empezaba a perder la cabeza.
     Un día, de pronto ya no la veía. Le inquietaba no verla, a fin de cuentas era una mujer muy simpática, un poco ida, pero simpatíca. Pero no estaba. Pasaba a propósito con su bicicleta todos los días, y nada. Sencillamente, se había ido, o a lo mejor, es que tenía trabajo, o se había ido de viaje, o vete tú a saber, pero no estaba.
Y sin más, dejó su bici contra un árbol, y se adentró entre las piedras. Sintió un calor en los pies, y al caminar los notaba pesados, como si llevara zapatos de plomo. Había grandes piedras redondas formando dos filas muy largas, y todo estaba tomado por un musgo húmedo y verde, desde las piedras del suelo hasta los restos de los muros. Se acercó a uno de ellos y puso su mano sobre la fría piedra. Entonces, se le aceleró el corazón y comenzó a respirar nerviosa. Anduvo despacio junto al muro, dejando arrastrar la mano sobre las piedras desgastadas, y lo hizo hasta que bordeó toda la pared. Retiró la mano brúscamnete de la pared, y se fue corriendo con su bicicleta. Mañana será otro día, pensó asustada, al no entender lo que acaba de sentir. Cuando llegó a casa se encontró con su hermana pequeña, que pintaba un dibujo de una mujer.
-¿Qué pintas enana?
-A una musa.
Se acercó para ver el dibujo de su hermana, y se quedó de atónita al verlo; era la mujer de las piedras, pero cómo....
-¿De dónde lo has copiado?
-De ese libro que tiene mamá, ese de los dioses. ¿No te gusta?
-Sí, es precioso. Enséñame el libro anda, quiero verlo.
     La cría se lo mostró justo por la página de la que lo había copiado. Aparecía ella, la mujer, con el mismo vestido, el mismo peinado,.... todo era igual. Incluso estaba tocando unas piedras grandes. Debajo de la imagen decía; Clío, musa de la historia.
Y entonces, lo entendió todo. Y ella también perdió la cabeza, porque desde aquel día creyó que las piedras hablaban; eran las poseedoras de las historia.
Se sentó y esperó a que se hermana terminara el dibujo.

4 de junio de 2011

Para ti, León de cabellos dorados,...

     Hace muchos días que no escribo nada en el blog. Hace tiempo me paré a pensar por qué lo cree, qué fue lo que hizo que me lanzara a colgar escritos amarillentos de mi adolescencia, y de una pubertad más amarillenta aún. Cada vez que escribía algo lo guardaba como oro en paño, no lo ensañaba porque me daba vergüenza, y dejaba en carpetas que un día me dio por ordenar. Y hoy lo tengo todo en un archivador de oficina, catalogado por 'prosa y verso',.... Mi habitación es una leonera pero mis papeles no. Alguna vez he sacado algo y lo he enseñado a algunas personas, pero lo que no me podía imaginar es que hoy lo tuviera en un blog, a la vista de todo el planeta, y hasta con un espacio para que la gente que así lo quiera, pueda incluso opinar y dejar un comentario. Vamos, impensable.
Y echo la vista atrás y pienso. Sí. Fuiste tú. Tú fuiste el único que hizo que la idea fructificara y que el poco aire creativo que pudiera tener, lo puedan ver los demás. Así que, creo que es justo dedicarte este pequeño homenaje.
     Todo viene porque tú también tienes una página en la que están tus fotos y tus anécdotas. Cuando me decidí a crear el blog, pensé que me resultaría más difícil pero fue más fácil de crear que escribir en él. Tú, Markitos (león de cabellos dorados, como dice tu madre), fuiste la idea, otros la ejecutaron y yo la copié. Sin más. Y qué gran idea....
     Te dedico todos los poemas, todos los relatos, cada gota de tinta vertida. Te dedico mis oraciones y mis esperanzas, aunque estas andan un poco caídas últimamente. Te dedico las más de seis mil visitas que ha recibido mi blog desde que lo inauguré en noviembre de 2010. Te dedico cada sección y cada comentario. Te lo dedico todo, porque al final tú fuiste la causa. Ya ves, sin apenas conocerte, la que has liado...
Ofelia te dedica su locura, que no es poca. Ofelia te dedica toda su inspiración.
Cuida de todos desde tu cielo.
Un abrazo, Julia

18 de mayo de 2011

El día de la infamia

     Antes, me conformaba con despertarme por la mañana y ver que había salido el sol. Antes, me asomaba a la ventana y miraba la noche nostálgica, observando el cielo oscuro y ennegrecido, pensando en sueños de amor. Antes, me ponía tacones.
     Ayer, me puse triste, pero seguía mirando estrellas. Ayer, cuando me levanté, no había sol en mi ventana, pero me tenía que levantar. Ayer, cerré mi balcón.
     Hoy, ya no tengo sueños de amor, ni busco estrellas, ni siquiera el sol de la mañana. Hoy, ha vendio la tormenta; la misma que amenazaba mi cabeza y terminaba de descargar. Hoy, ha tronado.
LLoré de impotencia y de rabia, y después de actuar, pensé; y ahora, ¿qué?

16 de mayo de 2011

Mi primera manifestación

     Como para todo hay una primera vez, hoy fui a mi primera manifestación (siempre me pillan trabajando, además no soy dada a las aglomeraciones), pero es que esta vez, había que ir.
     Hacía una tarde espléndida, soleada,.. Nada que ver con el sábado, que parecía que llegaba el Juicio Final. Fue una tarde estupenda en la que miles de manifestantes cansados de las tomaduras de pelo, de tanta precariedad y de tanto sinvergüenza,... La cosa empezó en Sol, bueno la mani no, que empezaba en Cibeles. En Sol quedé yo con mi compi Kalu, y de allí fuimos caminando hasta que nos encontramos con la cabecera de la mani. Kalu sacó su silbato, y cogimos unos panfletos que iban repartiendo. Y entonces, me dio por leer las frases de las pancartas, algunas muy originales; 'Francia y Grecia luchan, España triunfa,... en futbol', 'hartos de estar hartos', 'tu Botín, mi crisis', 'no falta dinero, sobran ladrones', 'ni pensionazo, ni sueldazo',... y algunos más de los que ahora no me acuerdo, pero que llavaban toda la picardía y toda la intención. Íbamos avanzando con el gentío y a Kalu y a mí se nos ocurrían las típicas gracias de 'dónde está Wally', o saludar al helicóptero de la policía y gritar, 'ito, ito, ito, que caiga el pajarito',.... Vamos, que de paso que se protestaba, pasábamos un buen rato y unas risas. Nos estuvimos acordando de nuestros compis que no habían asistido, y pensamos que nos faltaban para armar más escándalo.
La muchedumbre se iba moviendo lenta pero con paso firme hacia Sol, entre cánticos e improperios, además de una discusión entre unos que venían detrás de nosotras, y que a cuál más ignorante. Sobre todo uno medio descamisado con gafas a lo Jonh Lenon; a este le daba yo una clase de historia con mucho interés y encima, se la cobraba para que espabilirara. Pero ya se sabe que hay tres temas sobre los que no se puede hablar, sin que los contertulios acaben mal, véase, fútbol, política y religión. Por otro lado, en una mani en la que el tema va directamente a la política, tampoco es raro.
Y entonces, llegamos a Sol, y buscamos un lugar más sombreado y decidimos llamar a otra amiga, a ver donde está, pero sin resultado. Los cabecillas de la mani, comienzan a dar un discurso, del que la mitad de las cosas no se entendía nada, debido a la deficiencia del equipo de sonido. Sólo al final parecía que se oía mejor.
     Por otro lado, hubo ciertas cosas que no terminé de entender bien, como por ejemplo, las banderas republicanas. Ideologías aparte, qué pintaba allí esa bandera, si las reivindicaciones de esta manifestación, eran todas menos pedir la 'tercera'. Las otras banderas, eran la de Castilla comunera, las típicas con la estrella roja, y las del partido comunista, pero estas eran la auténticas, las rojas con la hoz y el martillo, y lo que más me llamó la atención, estas mismas pero con la cara de Lenin (..................) Algunos de los abanderados gritaban 'viva Bakunin',.... Pero vamos a ver almas de crátera, qué tiene que ver Lenin con los cinco millones de parados, con el plan Bolonia, con al precariedad,.... y Bakunin, qué tiene que ver el padre de la anarquía con la especulación inmobiliaria, con la corrupción, con los recortes o con las hipotecas,.... La gente que me conoce sabe que casi siempre intento analizar la situación desde un punto de vista lo más equilibrado posible, intentando entender a unos y a otros aunque yo no opine igual. Pero esas banderas, creo que estaban sencillamente, fuera de lugar. Por no hablar de las banderas republicanas con escudos monárquicos,......... Sin comentarios. Uno no puede renegar de la monarquía, defender la república y plasmar el escudo de la primera en la bandera de la segunda; sencillamente, incompatible. Y aunque no lo fuera, lo que no tiene ningún sentido es que hacerla hondear junto a la de Lenin. La visión de aquellas banderas,  me hizo pensar en algo. En este nuestro país, que por desgracia no admite medias tintas políticas, tanto los de la derecha como los de la izquierda, son dados a desenterrar y remover el pasado. A sacudir sus cenizas sin pensar en la dirección del viento, y a utilizarlo según crean conveniente, frotándolo en la cara de quien sea necesario. Creo que los portadores de aquellas banderas, aprovecharon una manifestación, cuyos motivos nada tenían que ver con aquellos pendones, para que, mediante ellos, se aireara ese pasado. De nuevo, les daría una clase de historia a unos cuantos, a ver si de una vez se enteran que algunos, ESTAMOS HARTOS DE TENER QUE ARRASTRAR LAS CADENAS DEL PASADO, QUE ES HISTORIA, PERO PASADO A FIN DE CUENTAS,... ESTAMOS HARTOS DE QUE NOS RECUERDEN QUE HEMOS HEREDADO EL ODIO DE HACE 75 AÑOS,... Menuda herencia. A lo mejor piensan que con una revolución como la del '17 en Rusia, el paro baja, los licenciados encuentran trabajo, los bancos dan más créditos,...... En conclusión, que algunos estamos un poquito hartos de otros se cuelen en estas manifestaciones, con las banderas arriba citadas o las banderas de la falange, o las del águila, porque tan ridículas unas como las otras. Unas banderas que necrosan todo lo que tocan, porque evocan continuamente, el dolor de las antiguas heridas.
Por cierto, que parece que al final, cargaron los antidisturbios,.... Podemos aceptar las banderas, pero a los impresentables que si no la lían no duermen tranquilos,.... NO, que se vayan a su casa,....
Otra de las cosas que no entendí, fue ver a un chico subido sobre la 'ballena', la cubierta de la boca de metro de Sol, que se desabrochaba el cinto, luego el pantalón, se metía la mano en sus partes, luego se la olía, y cuando hubo quedado satisfecho, volvió a recomponer su ropa,... Además iba sin camiseta; hacía calor, el sol daba de frente,... pero hurgarse las partes bajas y luego olerlo.... ains, que asquismo, de verdad, allí delante de toda la Puerta del Sol,..... jajajajaajaja. Vamos, que la cosa dio para mucho,...
     Y así pasamos la tarde de mi primera mani. Buenas compañías, y medias pintas.

10 de mayo de 2011

Jornada de reflexión

     Resulta que hay elecciones el día 22 de mayo de este estraño 2011. La verdad es que ganas de votar, cero. Ganas de ponerme al día de los chismorreos de estos politólogos absurdos y ridículos en sí mismos, cero. Ganas de ver cómo las cadenas colapsan su programación con un único programa 'especial informativo', cortando películas, telenovelas, colocándonos a cambio, espacios de opinión con reputados y 'refutados' periodistas, cero. Prefiero la pasíón de los gavilanes, a los buitres políticos. Lo cierto, es que todo se reduce a 'qué pereza me da ir a votar, a quíén voto, qué me ofrecen, quién roba con menos desparpajo en mi cara y con más elegancia..' Sinceramente, viviendo en un pueblo de la Comunidad de Madrid, donde algunos ganan en neto más que el propio presidente del gobierno, viviendo en un pueblo donde hay una media de 36 bancos en la calle principal del casco viejo, y dos bares, un pueblo que para algunos el mero hecho de nombrarlo, es como pensar en un lugar donde todos son ricos (claro, los que viven más allá del polígono industrial, que de industrial no tiene nada), porque el resto, de ricos nada: sólo dos clases sociales, los que levantamos el país para bien y para mal, y luego, todos aquellos chupatintas, sanguinarios, lameculos, que encima tuvieron la suerte de conocer a, de ser vecino de, o de ser de esos tontos a los que se les aparece la Virgen. Yo vivo en un pueblo de la Comunidad de Madrid, que me denegó el poder solicitar una vivienda de protección oficial, por una errata en el DNI. Vivo en un pueblo, en el cada vez más, empieza a primar lo privado sobre lo público, y me da igual que partido esté, porque todos avalan la iniciativa.
     Y qué decir de la Comunidad de Madrid. Ese pequeño territorio en el que se rigen las vidas del resto de la península. Esta maravillosa comunidad en la que los exámenes de selectividad, son más difíciles que en el resto de España, esa comunidad, en la que todo es una 80 por ciento más caro que en el resto del país. La Comunidad de Madrid, ese pequeño 'reino', rodeado de otro montón de 'reinos de taifas', que cuando ven que se cierra el grifo de los maravedíes, empiezan a sufrir conflictos internos; malversación, corrupción, cohecho, tráfico de influencias, enchufismo, caciquismo y pucherazo. Reinos de taifas, conocidos como comunidades autónomas, que por llevar la palabra autónoma, se ponen por galones poderes y privilegios, pasando a veces por encima del propio gobierno, vamos algo parecido a la Orden de Cluny, que obedecía y rendía pleitesía al Papa de Roma, sin pasar por diócesis ni archidiócesis, y luego pasaba lo que pasaba. Porque entre tanto reino de taifa, salen muchos reyes, y por si fuera poco, con complejo de rey, y en algunos 'condados' hasta tres (mucho complejo para tan poco prozac), y claro, con tanta cabeza reinante, se pierde las cabezas pensantes. Esas mismas cabezas que salen una vez cada mucho tiempo, pero que muy pocos ven.
     Elecciones municipales y a las comunidades autónomas; elecciones a ver quién la tiene más larga; si tu cola del paro o la mía. A ver quién los tiene más cuadrados; el de las escuchas, el de los trajes, el de los 'eres' o los del Constitucional (las últimas encuestas dan por ganadores a estos últimos). Y después, de esta breve reflexión, ganas de ir a votar, cero, y ganas de preguntarme a quién, cero, patatero. Pero iré, aunque sólo sea por ejercer ese derecho y esa obligación por la que lucharon tanto nuestros padres y abuelos, y que nos dejaron en herencia, quizá el mejor patrimonio que pudieron dejarnos. Y porque ya sabemos, qué pasó con las taifas y los cluniacenses,..................

9 de mayo de 2011

EL RINCÓN DE LOS AEDOS

Frescas cárceles de fuego
que arden al compás,
rabioso pero sincero,
de mis lágrimas cayendo.
De un dulce sueño
nacen amargas pesadillas,
heridas qeu van doliendo,
doliendo cada día.
Sangrantes llagas abiertas;
cadenas de espeso acero
que me cortan y van doliendo.
Luna preciosa que estás durmiendo,
despierta pronto al día
y que éste vaya saliendo;
sácame de este lento,
pero triste letargo
que me amarga la vida.
Compás,
rabioso pero sincero,
de mis lágrimas cayendo,
cayendo sobre heridas,
heridas que van doliendo.
                       9 de julio de 1999

5 de abril de 2011

NOCTURNO

     Escucho el 'nocturno' de Chopin y me dejo llevar por las cuerdas del piano. Hoy, tanto si me lo creo como si no, he llegado a la conclusión de que debo alejarme de ti. No eres para mí. Nunca lo fuiste. No lo serás. No debes serlo, porque no me hace bien. Pierdo la batalla, y la guerra. Estoy desarmada, mis murallas están agrietadas y ya no me quedan mercenarios que luchen por mí al mejor precio. Ya no me quedan mentiras. Sólo días de espera y ausencias vacías. Te escapas de mi fortaleza, pero es que nunca has estado aquí. Rezaré por que tu viaje pase por caminos llanos, sin pedregales que retrasen tu carruaje.
     Me quedo con todo lo bueno, y con lo malo, y con lo de más allá. Me quedo con el día en que te conocí, con tus risas, con tus comentarios subidos de tono, con tu hombro amigo y con tus manos. Me quedo con todo lo bueno que me has dado y me has de dar, porque lo quiera o no, siempre estarás en mi vida. Me quedo con tus prisas, con idas y venidas. Con la generosidad que siempre mostraste antes de que nadie te la pidiera. Me quedo con tus rabietas y con tus lágrimas.
     Me guardaré todo el amor que no te he podido entregar. Me voy a guardar todos los besos que desembalé para ti, y me voy a guardar también, todos los abrazos. Me voy a guardar las miradas furtivas, las indiscretas y las descaradas; me voy a guardar tu imagen.
     Voy a tirar todos los 'te quiero' que tantas y tantas veces he podido gritarte a la cara, pero que nunca lo hice. Voy a tirar las mentiras que llevo en los bolsillos y que sacaba delante de ti.
     Voy a recoger mis lágrimas, porque mojan el teclado. Voy a mirarte y voy a sonreirte como siempre.
Me voy... Adios.
Chopin ha dejado de tocar.

28 de marzo de 2011

MANCHAS DE COLOR

     Estaban sentados en uno de los bancos del parque. Podían sentir la humedad de la madera bajo sus piernas; se había pasado lloviendo toda la semana. No se hablaban, no se miraban, ni siquiera rompían el hielo con temas como el tiempo, el futbol, o cualquier noticia de la página de 'sucesos'. Hasta que ella se decidió y comenzó a hablar. 'Lo siento, pero no puedo con esto, siento que no puedo. Me da la sensación de que no llego a tu corazón, y cuando lo hago siempre es tarde. No te voy a decir que necesito tiempo, porque no lo necesito, y tampoco te voy a pedir que seamos amigos, porque yo no te quiero como amigo, te quiero como mi novio, mi compañero y mi amante, y sería bastante hipócrita por mi parte pedirte algo así. No entiendo tus cambios de humor, pero sí entiedo que yo también los tengo, luego no puedo pedirte, ni debo, que cambies. Por otro lado tampoco lo querría, te quiero tal y como eres. Pero en cualquier caso, creo que estar contigo me viene grande, me supera y doy tumbos sin dirección. Creo que debo dejarte.'
Él oyó aquellas palabras pronunciadas con una tranquilidad y una seguridad que lo partía en dos. Sólo pudo quedarse callado y pensar, intentando asimilar lo que aquel mensaje suponía. Se movían en el banco, la madera no estaba seca, y sentían sus vaqueros húmedos. Entonces, se dio cuenta de que si la dejaba marchar, perdería una de las mejores cosas que le habían pasado en la vida, y sólo pensarlo, le produje un escalofrío por la espalda. Y la respondió. 'Entiendo que no es fácil tratar conmigo, soy bastante raro, y soy consciente de ello. No voy a obligarte a que permanezcas conmigo, si no estás segura de lo que sientes o de la situación a la que hemos llegado. Pero sabes,.... no quiero que te vayas. No quiero que me dejes. Tú lo eres todo para mí,.. tú eres,... Eres como un cuadro impresionista en mi vida; hay momentos en los que al tenerte cerca, no puedo ver todo lo que eres en realidad, todo tu apogeo. Eres una mancha de pintura que pone color a mi vida. Pero cuando te siento lejos, cuando te veo en la distancia, es cuando veo todo lo que eres en realidad, veo lo maravilloso de tu presencia y la suerte que tengo por tenerte. No te vayas. No me dejes,..... Deja que pueda ver todas las manchas de color con las que llenas mi vida, y como cambian durante el día,.... Por favor, no me dejes.'
     Aquellas palabras resonaron en la cabeza de ella como un eco de campanas lejanas. Ella estaba preocupada porque pensaba que no había llegado a su corazón, y resulta que no sólo había llegado, sino que ahora ya no encontraba la salida. Llegó a la conclusión, que lo suyo, quizás, podría haber sido un problema de comunicación, falta de sinceridad, o vaya usted a saber,...
'Eres la mancha de pintura que pone color a mi vida...' Y lo único que se le ocurrió, fue besarlo y romper a llorar.
Cuando se levantaron del banco, llevaban los pantalones mojados empapados.

26 de marzo de 2011

MICRORRELATOS

REFLEXIONES
    Viajar me da sueño. Mucho. Me da igual el trayecto que realice; termino dormida, envuelta en un lento y agradable sopor. Y si llueve, más. Siento al resto de los viajeros a mi alrededor, el ruido de sus bolsas, de los zapatos, de los auriculares cuyo sonido supera el diez en una escala de doce. Siento la lluvia resbalar por los cristales, como lágrimas finas y largas, que se pierden en una mejilla de color verde transporte. De vez en cuando, abro los ojos y miro a ver por donde vamos; aún no he llegado a mi parada,... Parece que hay tráfico lento; mejor, unos minutos más de sueño. Cierro otra vez los ojos. Y me quedo profundamente dormida. Abrazada a mi bolso, con la radio puesta, se me va cayendo la cabeza, y una y otra vez, la pongo derecha, pero se vuelve a caer. Y entonces, sueño. Con la universidad, con mis niños, con el museo,... contigo.
Un bache ruidoso me despierta de golpe. Acabamos de entraren el intercambiador. Parece que he dormido horas, hasta me cuesta despertar y espabilarme. Tengo la boca seca. La gente comienza a levantarse y a coger sus cosas. Me da la sensación de que he dormido mucho, y apenas han sido venticinco minutos. Salgo a la calle; hace frío y llueve. La humedad y el agua me encrespan y rizan el pelo. Me subo al G, y cierro los ojos; quince minutos más de trayecto y... ahí estás. Te veo, luego estoy soñando. Y si sueño, es que me he vuelto a dormir.

16 de marzo de 2011

LEMBRANZAS E CATIVECES

ORTIGAS, ZARZAS Y BOMBAS,...
     No sé cuál es el primer recuerdo que conservo estando allí, en Galicia. Pero es normal, si tenemos en cuenta que probablemente, era muy pequeña. Los que creo que son los más antiguos, son recuerdos de imágenes sueltas siendo una niña, jugando con las hijas de unos vecinos de mi abuela. Otros sin embargo, son del tren; ese, que todavía hoy, sale de la Estación de Chamartín a eso de las diez de la noche y que llega de madrugada al pueblo de mi abuela. Siempre era un gran viaje, y lo que más me gustaba, era el mero hecho de ir en tren y los bocadillos que preparaba mi madre para el trayecto. A veces fuimos en cochecama, otras en segunda,... Pero el tren, y era genial. Recuerdo uno de esos viajes, con mi madre, sus primas y yo; una niña feliz, porque dormía en litera, aunque fuera en la de abajo, en tren, con sus bocadillos de filete empanado y tortilla francesa. Yo tenía seis años; vamos, una pequeñaja. Íbamos al entierro de mi bisabuela materna, que se había ido con noventa y algo de años, y que luego con el tiempo, yo recordaría como un personaje peculiar en mi vida. Se me llenaba la boca cuando alguien me preguntaba, y yo respondía: 'ya murió, en el '86, pero es que había nacido en 1898,...' Yo había nacido en 1980 y ella en 1898; ochenta y dos años de diferencia generacional. Y cuando me convertí en una de las fans de Lorca, recordé y pensé; 'los dos nacieron en el mismo año',... Y se me henchía el pecho de orgullo, porque pensaba que la historia, casi sin saberlo, me guiñaba un ojo. Pero lo mejor, era que yo tenía recuerdos de ella, porque la había conocido, en persona, más que por foto, y no se me olvida cuando siendo yo una pichurrina (increiblemente, me acuerdo como si hubiera sido ayer), tropecé y caí, yendo con mi abuela, la hija de mi bis, sobre unas ortigs y zarzas que me langraron mis pobrecitos muslos de piel de lactosa. Lloré,... no. Berré, chillé,... Y mi abuela me cogió en brazos, y cuando llegamos a casa, entre mi bis y ella, me curaron las piernas, colocándome paños con algo que picaba y escocía, al tiempo que aliviaba. Y me acuerdo de ver a mi bis allí sentada, junto a mí, vestida totalmente de negro, consolándome, con su pelo de nieves perpetuas recogido en un moño. Sus ojos, más bien pequeños y oscuros y sus zapatillas de andar por casa.
      Por otro lado, en Madrid, estaba el abuelo de mi padre, mi bisabuelo, claro. Al final, me liaré, ya lo vereis. En esta ocasión, debo decir, que no conocí nada más que a la madre de mi padre y una hermana suya, entre otras cosas, porque ambas vivieron en mi casa hasta que Dios las llamó a su lado. La historia de mi bisabuelo paterno, es peculiar. Si no recuerdo mal, fue comisario, puesto, que cuando llegó la guerra a Madrid, pudo haber supuesto su perdición y la familia de mi padre, pero que finalmente, no fue así. Resulta que se casaba Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Watemberg. Bodorrio por todo lo alto. Se casaba el rey que nació siendo rey. Por desgracia, cuando la comitiva pasaba por la calle Mayor de Madrid, desde un balcón, un hombre lanzó un ramo de flores, que en su interior ocultaba una bomba. Y se lio, claro. ¿Qué pintaba mi bis comisario en todo esto? Fácil. La policía dio con él, con lo que diríamos agentes de incógnito, y uno de ellos, el que iba vestido de mujer, era mi bis. De nuevo la historia, me guiñaba un ojo, casi con pedantería. Pero lo cierto, es que el anarquista Mateo Morral, el de la bomba, fue reconocido, y finalmete se suicidó. Por supuesto, esto no viene en la wikipedia, esto es narración en estilo directo de mi abuela, mi tía y mi padre. También, nos contaban, como las bombas caían por Madrid, y en casa de mi padre, en la calle de Lavapiés, a la altura del número 35, la familia de mi padre colocaba los colchones por toda la casa para amortiguar los cascotes, en caso de que una bomba hiciera lo propio en el edificio. O como a un vecino, lo delató otro vecino, republicano por cierto, haciendo que lo fusilaran. Y que, como no murió en ese momento, le propinaron el tiro de gracia, y tampoco murió. Sencillamente, porque no era su día y listo.
O como ese primo de mi abuela materna, la gallega, tras la guerra vivía escondido en el pueblo, y su novia, porque no se habían casado, tuvo toda una prole magnífica de hijos, y que muchos se preguntaban cómo era eso posible, pues no estaba casada, y el único novio que se le conocía "parecía no estar".
Pero esas, son harinas de otro costal, con las que haremos pan en otra ocasión.

12 de marzo de 2011

EL RINCÓN DE LOS AEDOS

COMO GALA,...
Me asomo a la ventana, como Gala,
y miro al horizonte,...
sin ver nada.
Contemplo con nostalgia
las nubes que me hablan del pasado.
Observo las primeras estrellas del cielo
y recuerdo un tiempo mejor.
Cruzo mis pensamientos,
pero el sol de poniente
sólo me habla de amor.
Apoyo el peso sobre la otra cadera,...
Un velero al fondo
acunado por el viento,
me hace divagar;
y el sol de poniente
me habla entonces, de tus besos.
La estrella polar va brillando
y el cielo se oscurece.
Apoyo la cabeza
sobre la otra mano.
Y miro al mar;
su resplandor en el ocaso
me hace entornar la mirada.
Me ciegan los últimos rayos,
me ciega tu recuerdo.
Y el sol de poniente
me habla de,....
Ya no hay sol,
ni está el velero,
ni tengo tus besos,
ni me habla de amor.
                 11 de marzo de 2011

23 de febrero de 2011

EL RINCÓN DE LOS AEDOS

Bajo las luces

Bajo las luces enceradas
siento tus manos tocar mi espalda.
Tus dedos se entrecruzan
y se enredan entre mi respiración relajada.
Mis piernas se abrazan a tu cintura
y entre sensibles parpadeos,
tus labios me bañan de besos.
Mis dedos se entrelazan con los tuyos
y el aliento lo exhalamos nervioso.
Resbalo mi cara en cada rincón de tu piel
al tiempo que la rocío de caricias y suspiros.
Un ligero balanceo se enreda en mis entrañas
y sin remedio, me veo amada.
Tus ojos se clavan en mi mirada;
te quiero, me quieres, te siento y me sientes.
Nada de lo que allí se hace duele,
porque no duele el amor sincero
del alma mía que retienes.
Bajo las luces enceradas,
tras tu muerte,
así es como te recuerdo.
                                8 de noviembre de 1999

21 de febrero de 2011

MICRORRELATOS

     Hoy de nuevo, me he sentido despreciada, humillada, insultada y maltratada. Tenía ganas de llorar pero no lo he hecho. No podía, no me salían las lágrimas. Para una llorona como yo era raro. Hoy me he sentido como el error que soy en la vida mi padre. Hoy me he sentido mal.
     He salido a tomar un café, como siempre, a la cafetería de al lado. Me he llevado un libro, un boli y una libreta, vamos lo de siempre. Lo peor vino cuando tuve que volver a casa; no quería, él estaba allí, con su mirada inquisitiva, su mirada de asco reprochándome el haber nacido. No quería subir. Me desagradaba su presencia, casi tanto como la mía a él. Pero no había nada que hacer, tenía que subir,... qué iba a hacer si no,...
     Mientras me tomaba el café, pensaba en mi futuro. Un futuro que no tenía ningún color, ni blanco ni negro, ni gris,... Sencillamente, no tenía color. Pero soñar era gratis y  placentero. Nada como pensar en una casita pequeña, con una cocina acogedora para poder cocinar dulces y platos de puchero. Una casita pequeña, a la que poder llevar a mis amigos, y poder celebrar alguna noche que otra de chicas. Una casita con mi gato; la única compañía que creo que tendré mientras me vuelvo una solterona amargada. Pero mi casita. La única, pequeñita, acogedora,... pero mía.

7 de febrero de 2011

La Pieza de la Semana



Templo funerario de Hatshepsut en Deir el-Bahari
(ca. 1483 a. C.)

 

     El edificio principal del complejo de Deir el-Bahari es el Dyeser-Dyeseru que significa "El Sanctasanctórum", el templo funerario de Hatshepsut. Esta estructura fue diseñada y dirigida por Senemut, el administrador y arquitecto real de Hatshepsut, para servir a su póstuma veneración y honrar la gloria de Amón.
El Dyeser-Dyeseru tiene una serie de terrazas columnadas, con largas rampas que seguramente fueron embellecidas con jardines. Esta construido junto a una empinada montaña y en gran parte se considera como uno de los "monumentos incomparables del Antiguo Egipto".
La insólita forma del templo se explica por la elección de la posición en la cuenca del valle de Deir el-Bahari, rodeado por rocas escarpadas. Aproximadamente, en el 2050 a. C., Mentuhotep II, el fundador del Imperio Medio, hizo su templo funerario escalonado. Las galerías a los dos lados de la rampa central del Dyeser Dyeseru se corresponden con las posiciones de los pilares del templo de Mentuhotep.
Actualmente, las terrazas dan una débil sensación de las intenciones originales de Senenmut. Faltan muchas estatuas de Osiris, situadas ante los pilares de la columnata superior, las avenidas de esfinges delante de la tribuna, y las figuras de Hatshepsut, que fueron destruidas como condena póstuma de esta reina faraón. La arquitectura del templo ha sido alterada como consecuencia de una equivocada reconstrucción.
     Mientras que Hatshepsut usó el templo de Mentuhotep como modelo, las otras dos estructuras son considerablemente diferentes. Empleó una larga terraza columnada que se desvió del modelo de Mentuhotep, anomalía que pudo ser causada por la ubicación descentralizada de su cámara funeraria.
Hay tres terrazas que alcanzan treinta metros de anchura. Cada nave se articula mediante una doble columnata de base cuadrada, a excepción de la esquina del noroeste de la terraza central, que posee columnas proto-dóricas.
Estas terrazas están conectadas mediante rampas que estaban circundadas por jardines. El templo se corresponde con la forma tebana clásica, empleando el pilono, tribunas, pasaje hipóstilo, capilla y santuario. La escultura dentro del templo de Hatshepsut narra el nacimiento divino de la reina faraón. Los texto y temas pictóricos también cuentan la expedición a Punt, un país exótico en la costa de mar Rojo.
Por todos los lados de la entrada al santuario hay pilares pintados con imágenes de Hathor. Sólo bajo la azotea hay una imagen de Uadyet, mostrada como doble símbolo solar, al lado de otras dos largas serpientes. El templo incluye una imagen de Hatshepsut representada como faraón masculino que dona ofrendas a Horus y, a su izquierda, el símbolo del dios Osiris.

http://es.wikipedia.org/wiki/Deir_el-Bahari#Templo_funerario_de_Hatshepsut

24 de enero de 2011

MICRORRELATOS

El pan nuestro de cada día...

     Pues en la mesa no están, ni en la habitación,... ni el baño grande, ni en la cocina,... Vuelvo a la mesa de la habitación; tampoco. Pero dónde he dejado mis pinzas,.... Si yo juraría que me las he quitado aquí, ayer,.... Ay, San Antonio bendito, que las encuentre.
-Mamá, ¿Has visto mis pinzas del pelo, las rosas?
-No, creo que no. ¿Has mirado en tu habitación?
-Sí, y no están.
Vuelvo al baño, miro por el salón, donde el ordenador,.... Nada. ¡¡¡Jolinessss!! Por qué nunca me acuerdo de dónde dejo las cosas,...
-Juli,... Estos apuntes son tuyos, no,...
-No, si al final aparecerá todo lo que perdí otras veces menos las pienzas.
-Te los dejo aquí.
-A la vista, mamá, por favor, que luego no los localizo.
Miro en el bolso, en todos los bolsillos,....
Vuelvo a la habitación y me acuerdo de San Antonio. Voy derechita a la mesilla de noche. Ahí estaban; dónde si no. Antes de acostarme me las quité y las dejé ahí. Donde no había mirado.

23 de enero de 2011

EL REFLEJO

     Volvía yo a casa después de un día largo de cole y facultad y me monté en el autobús que me llevaba a mi casa desde el intercambiador de Moncla. Al sentarme, sentí como mis piernas hinchadas se aliviaban y mi espalda descansaba sobre el respaldo del asiento, lo que condujo a mi cabaza a cerrar los ojos, casi antes de que arrancara el autobús. Sí, el transporte público me produce sueño, un sueño pesado de esos que no puedes evitar y terminas dando cabezazos. Me sumí durante unos minutos, en un estado de sopor profundo, un letargo, que si el bus hubiera ido a Zaragoza, pues hasta Zaragoza me habría ido. Pasados esos minutos, puede que fueran cuatro o cinco, abrí los ojos y miré atontada por la ventanilla, medio hipnotizada por las luces de la carretera. Y miré al otro lado, y vi a un señor con el que ya había coincidido en el autobús otras veces. Me quedé mirándolo un rato y pensé que hablaba por el móvil. Lo siento si alguien se siente ofendido, pero ir en el bus hablando por el manos-libres, me parece ridículo, aunque muy lícito, claro está. Resulta que este señór, no hablaba ni por el móvil, ni por el manos-libres, ni por nada. Hablaba solo. O bueno, con su reflejo de la ventanilla. Las dos chicas sentadas detrás de él, las cuales no se conocían de nada, se miraron disimuladamente entre sí, y camuflaron una ténue sonrisa. 
El hombre llevaba unas gafas para ver de cerca, un libro y un bolígrafo en la mano derecha, además de un montón de achiperres, como una cartera grande negra, el abrigo hecho un burruño sobre el asiento de al lado, una bufanda,... etc. A ratos, leía y señalaba cosas en el libro que llevaba con el boli, y otras hablaba con su reflejo. Muy fuerte. Se me pasó el sueño. La verdad, es que el hombre no aparentaba estar mal, ni tenía mala presencia, ni mostraba síntomas de ninguna patología, pero yo qué puedo saber, no soy psicóloga. Hay mucha gente rara por ahí, y no lo sabemos. Luego me percaté, de que llevaba todo el tiempo el libro abierto por la misma página y que en realidad no leía nada. Después, guardó el libro, sacó y guardó dos veces, una pequeña libreta, hizo que escribía algo, y luego la guardó y sacó de la cartera algo parecido a una agenda, también pequeña. Empezó a pasar las páginas como si buscara una en concreto y lo hizo varias veces. Supongo que no encontró lo que buscaba porque todas las hojas estaban en blanco... Ahí es na. 
Finalmente, entramos en el pueblo y sorpresa,.... Se bajó en mi parada. Un señor con esa presencia y tan echado a perder. La verdad es que me recordó a mi gato, que se mira en el espejo y maulla porque reconoce a otro gato, pero no sabe que es él. En fin. 
Nos bajamos del autobús y por fin, llegué a casa.  

22 de enero de 2011

El león y el rey

Cuentos de Dinamarca
     Érase una vez que se era, dos niños que eran hermanos. Eran pequeños y jugaban siempre juntos. Vivían en una casa grande, blanca, con un pequeño perro que los seguía a todas partes. Los tres se divertían sin pensar en nada más y corrían todo tipo de aventuras. Hacían de todas las trastadas la mayor, y se llevaban la riña de sus padres.
El mayor tenía nombre de rey (1), pero no un rey cualquiera. Un rey bueno, preocupado por los suyos, sabio y diligente en su cometido. El pequeño tenía nombre de evangelista (2), el evangelista del león, y era fuerte como este y con el pelo claro como la melena del felino. El mayor era alto, con los pies grandes, y el menor más bajo con pies pequeños. El rostro del mayor era al de su madre, lo que el rostro del menor era al de su padre, y cuando el pequeño se metía en problemas, el mayor estaba allí, sacándolo de cualquier apuro. Se contaba que el mayor era más reservado, más de guardarse las cosas, mientras que el pequeño era más extrovertido y abierto. Pero a pesar de sus diferencias, compartían un sentimiento que iba más allá del mero hecho de ser amigos, de jugar siempre juntos,... Eran hermanos.
     Ocurrió que un día, cuando el sol brillaba sin nubes en el cielo, el hermano pequeño se tuvo que marchar, dejando un gran vacío en el corazón de su hermano mayor. El niño con nombre de rey, lloraba por su marcha, y no entendía por qué se había ido. Se puso triste y se le templó la mirada, tornándose su rostro mustio y melancólico.
     Un día por la mañana, con el mismo sol brillante, a esta que narra, se le posaron dos pajarillos junto a sus pies, dando pequeños saltitos y picoteando en el suelo. En ese momento, uno de los pájaros echó a volar, pero el otro se quedó. No parecía que el estruendo de los coches lo asustara. Y entonces, vino una ráfaga de viento frío, de ese que cala por dentro y se cuela por todos los poros de la piel. Sintió escalofríos. Y esta que narra entendió, que aquel pajarillo era el hermano pequeño. Que no se iba, porque nunca se había ido del todo, y que el ruido de los coches no lo asustaba, porque era como el león, fuerte y valiente. Y que estaba allí para ver a su hermano mayor, con nombre de rey, y que, igual que hacían los reyes sabios, tenía que afrontar con valentía todas las visicitudes de su reino. Y así, todos los días, aquel pajarillo se posaba en el mismo sitio, y volaba por los mismo lugares, visitando a su hermano. El pajarillo hacía lo mismo que hacía el león; marcaba su territorio y vigilaba su manada, mientras que el rey, triste pero con la cabeza bien alta, continuaba su camino.
     Érase que se era, la historia de dos hermanos, la historia del león y el rey.

                                                                                        IN MEMORIAM
                                                                                              M. A. L.
(1) El rey David.
(2) San Marcos evangelista, cuyo símbolo es el león.

21 de enero de 2011

COMMING SOON...

Próximamente en La Locura de Ofelia; Cuentos de Dinamarca,.... porque Ofelia vive allí y porque los cuentos chinos, ya están muy vistos,...

Estoy herido...

Estoy herido de amor;
me quema esta pasión
por dentro; me abrasa.
Sangro, me desnagro
sin remedio.
Tengo na herida profunda
pero por más que intento
cerrarla,... nada.
No se cicatriza.
Me duele al caminar,
al dormir,
al comer,...
Vivo herido de amor,
luego el amor
me entierra en vida.
Muero de amor,
la luna llora
y tú no estás.
Mírame,
mira
porque me desangro
y tú no estás.
                      13 de julio de2000

18 de enero de 2011

No fue miedo, sino frío

Quiero gritarte a la cara
y decir lo que siento,
pero el frío me congela la garganta.
Quiero despertar tu sonrisa
y reirme siempre contigo,
pero el frío me congela la garganta.
Deseo besar tus manos heladas
y calentarlas con un suspiro
que diga, 'te quiero',
pero el frío me congela la garganta.
Quisiera abrazarte fuertemente
y tocarte, darte calor,
pero el frío me congeló la intención.
Desearía seguir escuchando tus palabras,
pero al decirlas el frío las congeló en el aire.
Quisiera decirte que el frío
fue el causante de mi demora
a la hora de dicirlo.
Quisiera que sepas que el frío
retrasa los momentos,
retrasa esos momentos en los que
el frío se convierte en miedo.
entonces, quiero decirte
que no fue miedo, sino frío.
                           20 de octubre de 1998

16 de enero de 2011

La Pieza de la Semana

PALETA DE NARMER
     La Paleta de Narmer es una placa de pizarra tallada con bajorrelieves, descubierta en 1898 por Quibell y Green en el templo de Horus de Hieracómpolis (Nejen), y actualmente depositada en el Museo Egipcio de El Cairo. Existen diferentes interpretaciones sobre su posible significado, tanto políticas (posible unificación del Antiguo Egipto) como religiosas.


     Narmer fue el primer faraón del Antiguo Egipto y fundador de la Dinastía I c. 3050 a. C.
Fue denominado Meni en la Lista Real de Abidos y el Canon de Turín, Men o Min por Heródoto y Menes de Tis por Manetón en sus epítomes, escritos por Julio Africano, Eusebio de Cesarea y el monje Sincelo.
Menes reinó 62 años según Julio Africano, o 60 años según Heródoto y Sincelo. Aunque en la versión armenia de Eusebio de Cesarea le asignan 30 años de reinado.
Menes era rey del Alto Egipto, posible sucesor de Hr skr, Horus Escorpión. Conquistó el Bajo Egipto (delta del Nilo) e instauró su capital en Ineb Hedy "Muralla blanca", la futura Menfis. Avanzó con su ejército más allá de las fronteras de su reino (Eusebio de Cesarea). Pereció arrollado por un hipopótamo (según Julio Africano). El triunfo de la primera unificación del Antiguo Egipto quedó registrado alegóricamente en la denominada Paleta de Narmer, según Gardiner.

http://es.wikipedia.org/wiki/Paleta_de_Narmer

15 de enero de 2011

De cómo me enamoré de un uruk-hai

PARTE II
El flirteo

     La vida pasaba tranquila con sus ajetreos, con sus idad y sus venidas, y con el horror de los estreses 'pre-examaniles'. Pero lo más interesante de la semana eran las clases de gótico inglés. Por primera vez en la carrera, no me enteraba de nada en una clase de medieval. Yo sólo tenía ojos para él, para la criatura más.... más,... extraña a la vez que atractiva, imponente y atrayente de todas. Y entonces, ocurrió. La profesora, como si de pronto sintiera que le faltaba algo en la vida para sentirse realizada, decidió que estábamos a 14 de enero y no nos había mandado hacer ningún trabajito extra. Pero qué desconsiderada, hombre,... Así que, quiso darse el placer de alcanzar el nirvana y nos mandó un trabajo de esos extraños, que cuando lo oyes se queda el cuerpo acartonado, frío, tieso, el trasero pegado al banco y sólo puedes articular pequeños amagos onomatopéyicos. Se le ocurrió así, pero cuánta inteligencia desperdiciada, Dios mío, que podíamos dedicarnos los quince días previos a los exámenes, a realizar un trabajo de investigación sobre la posible relación de la arquitectura islámica, a través del románico francés, con la arquitectura gótica de algunos edificios ingleses. Aquello sonaba como la tésis frustrada que la profesora nunca pudo llegar a realizar, porque a ninguna cabeza con dos dedos de frente, se le ocurriría nada semejante. Y se quedó tan ancha. Pero la cosa no terminó ahí; 'quiero que lo hagais en grupo, de unas tres o cuatro personas, eso ya lo dejo de vuestra cuenta,..'
Y como si el destino se hubiera confabulado con la alineación de planetas perfecta un día con número maestro, o qué sé yo, mi amiga Paula, se las arregló para que hiciéramos el trabajo con la criatura y con su amigo, el erasmita despistado. Yo no sabía dónde meterme. Deseé que en ese momento la facultad tuviera una puerta como las de Stargate o algo así, para poder cruzarla y desaparecer. Mi destino se volvía retorcido y oscuro, y me di cuenta de que no tenía escapatoria, cuando fuimos a la cafetería y nos reunimos para plantear aquella tésis frustrada. Qué bien,... somos cuatro, tu amigo, mi amiga tú y yo,.... Parecía la canción de la fuerza del destino de Mecano. Ahora lo tendría más cerca que nunca, ahí, trabajando codo con codo, uñaca con uñaca,... Habría que improvisar un sistema para que la criatura no manchara las hojas del trabajo cada vez que lo tocara. Pero qué importaba eso, estaba como el pan con chocolate,.... 'Deberíamos darnos los teléfonos,... vamos, o los correos, por aquello de que estemos siempre en contacto por si surge algo y eso,...' Paula me miró con aquellos ojos achinados marrón claro, que me desnudaban el cerebro; 'ahí te he visto, sí señor,... la excusa perfecta'. Y así fue, como tras el reparto de la inmensa tarea de la tésis frustrada, fuimos derechitos a la biblioteca. La tésis frustrada nos enseñó todos los servicios que ofrecía la biblioteca y que desconocíamos hasta ese momento. Y sí, qué momento aquel, buscándonos la mirada a través de las estanterías, rozando nuestras manos, bajando a pedir libros del depósito juntitos; yo llevando los papelitos con las signaturas y él con guantes para no manchar los libros, yo sin cargar con nada y él, con sus músculos, cargando con todos los libros como si fueran plumas,... Era inevitable, estaba coladita por él, y parecía que me seguía el juego.
     Y así pasamos los quince días previos a los exámenes; realizando un trabajo imposible, estudiando aún más imposibles y limpiando todo aquello que tocaba el muchacho. Y llegó el día de la exposición de la tésis frustrada. Ese sí fue un gran día,....

10 de enero de 2011

De cómo me enamoré de un uruk-hai

PARTE I 
EL FLECHAZO
   Cuánta verdad había en las palabras de las abuelas de todos, cuando decían que la vida da muchas vueltas y que el amor podía presentarse en cualquier lugar y de cualquier manera. Yo pensaba que se me iba pasando el arroz, lentamente pero sin prisa, en una olla exprés, sobre una vitrocerámica vieja y rayada, cuando el amor entró en mi vida cambiando mi olla por una batería nueva, una vitro moderna, y cocinando un rico pollo asado.
     Todo comenzó cuando llegaron los estudiantes de intercambio. Una horda de jovencitos bien amancebados procedentes de todos los rincones de Europa, y que cuyos padres, les iban a costear durante un año, los gastos de eso que llamaban 'Erasmus'.
El primer día de clase siempre era algo así como de presentación y de saludar a los compañeros que llevábamos un verano sin ver. Aunque era el primer día de algo, a mí me producía una sensación de melancolía y nostalgía terrible, que me recordaba que un año más, la rutina se apoderaba de mis días, y los exámenes de mis noches. Pero eso era lo que los estudiantes decidíamos cuando decidíamos estudiar.
     La cuestión es, que todo comenzó un miércoles,... Sí, el día de las prácticas. Me acerqué al tablón para localizar en qué aula tenía la clase de gótico inglés; 'aula 35'. Odiaba ese piso, más que nada porque el ascensor pasaba de largo por el, por culpa del depósito de la biblioteca de filología, y aquellas escaleras podían conmigo. Pero era lo que había. Decidida, miré el reloj y pensé que me daba tiempo a tomar un café, pero de hecho, algo impensable en mí, no bajé a la cafetería y subí directamente al aula 35. Cuando llegué, algo sofocada por las cochinas escaleras, vi a un grupo de personas esperando, puesto que el aula aún estaba cerrada. Mientras caminaba, sentía como si hubiera algo incitándome a seguir por el pasillo con paso firme y decidido,... Me sentía observada. Y de pronto lo vi. Sentí un escalofrío al verlo, unas cuantas arcadas provocadas por la repulsión que me transmitía su imagen; una imagen pegajosa, repugnante, desagradable, violenta y repelente. Sin embargo, había algo en él que me atraía sobre manera y que hacía que no pudiera dejar de mirarlo. Su aspecto era tan aterrador como atractivo; alto, fuerte, musculoso, .... sucio, sí, pero con unos abdominales de infarto, y eso que a mí no me llaman los 'hombre sobaco', pero este, ya digo que tenía algo. Y esa pose, charlando con otros chicos, con su carpeta clasificadora de Saro negra nueva, en la que podía apreciarse un taco de folios blancos, también nuevos, para ser usados el primer día de clase...Y entonces, me miró, y yo le miré. Y luego retiramos la mirada, y él continuó hablando con su amigo y yo fui a saludar a una amiga. Y después, vino el bedel para abrir el aula. Tuve una necesidad imperiosa de entrar yo la primera a la clase, una necesidad que parece que él también tuvo, lo que provocó, que cuando estuvo abierta la puerta, nos chocáramos ambos, quedando medio atascados bajo el marco, mirándonos de nuevo,... 'Disculpa, pasa, pasa,...' le dije. Pero él, muy caballeroso, me cedió el paso; 'no, por favor, tú primero, no quiero mancharte,...'. Aún conservo la camiseta con la manchas que quedaron cuando me choqué con su brazo,... ¡¡Cómo iba a lavarla!!
     Una vez dentro, me senté en uno de los bancos con dos amigas y él, con su amigo (se notaba muchísimo que eran erasmitas los dos), en la primera fila. Y encima, para terminar de enamorarme del todo, supe que iba por Medieval. El profesor nos hizo un tercer grado sobre por qué habíamos cogido esa asignatura, qué nos llamaba la atención y todo eso que te preguntan el primer día, y ese tercer grado, me desveló eso y que venía de un país cerca del Reino Unido, pero que cuyo nombre no entendí bien.
Y así pasé mi primer día de facultad; sintiendo mariposas en el estómago, sin poder dejar de mirarlo y sintiéndome como una quinceañera cada vez que me miraba, en la clase de gótico inglés.