7 de agosto de 2011

EL RINCÓN DE LOS AEDOS

REGÁLAME

Regálame los claros de luna
que habitan en tu pecho;
se refugian en tu alma
y no quieren salir.
Regálame esos besos olvidados
por los rincones de tu silencio,
ese silencio que me desgarra.
Regálame una de tus palabras
que mis ojos quieren escucharte,
mis manos verte
y mis oídos sentirte.
Quiero tenerte cerca,...
pero sólo un poquito.
Regálame el brillo de tu pelo,
que mi habitación
y mis sueños no tienen luz.
Regálame tu voz
que quiero escucharte decir
lo que nunca dirás.
Regálame esos claros de luna
que habitan en tu pecho,
porque quiero que se marche
esta molesta oscuridad.
                                         28 de noviembre de 2000

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