9 de mayo de 2011

EL RINCÓN DE LOS AEDOS

Frescas cárceles de fuego
que arden al compás,
rabioso pero sincero,
de mis lágrimas cayendo.
De un dulce sueño
nacen amargas pesadillas,
heridas qeu van doliendo,
doliendo cada día.
Sangrantes llagas abiertas;
cadenas de espeso acero
que me cortan y van doliendo.
Luna preciosa que estás durmiendo,
despierta pronto al día
y que éste vaya saliendo;
sácame de este lento,
pero triste letargo
que me amarga la vida.
Compás,
rabioso pero sincero,
de mis lágrimas cayendo,
cayendo sobre heridas,
heridas que van doliendo.
                       9 de julio de 1999

No hay comentarios:

Publicar un comentario