18 de mayo de 2011

El día de la infamia

     Antes, me conformaba con despertarme por la mañana y ver que había salido el sol. Antes, me asomaba a la ventana y miraba la noche nostálgica, observando el cielo oscuro y ennegrecido, pensando en sueños de amor. Antes, me ponía tacones.
     Ayer, me puse triste, pero seguía mirando estrellas. Ayer, cuando me levanté, no había sol en mi ventana, pero me tenía que levantar. Ayer, cerré mi balcón.
     Hoy, ya no tengo sueños de amor, ni busco estrellas, ni siquiera el sol de la mañana. Hoy, ha vendio la tormenta; la misma que amenazaba mi cabeza y terminaba de descargar. Hoy, ha tronado.
LLoré de impotencia y de rabia, y después de actuar, pensé; y ahora, ¿qué?

No hay comentarios:

Publicar un comentario